Arena, tabla, luna y dj

Pensabas que el desierto era solo apto para aventureros diurnos pero te equivocabas. Has descubierto que en la noche la arena está fresca y es menos agotador moverte por las dunas. ¿Moverte? deslizarte, mejor dicho. Has arrendado una tabla y estás a punto de practicar surf pero en mitad del desierto: bajando dunas de más 20 metros. Por suerte también estás en compañía de un guía que te enseña todos los trucos para parecer un profesional de este entretenido deporte y para que no falte de nada en esta aventura nocturna, el guía se ha traído a un amigo que ejerce de dj y un set de luces para que sea más sencillo encontrar la ruta perfecta en la arena. ¿Qué más se puede pedir?